domingo, 8 de marzo de 2020

Feliz día

Mi hermana de ocho años, me cuenta, que no le gusta ir al colegio porque ahí las chicas la cargan. Dicen que es fea por usar lentes, aparatos, tener panza y no estar de novia.

Mi prima de once años llora, porque en los locales de ropa de moda, ninguno de los talles le queda.

Mi ahijada de quince me llamó llorando a la salida de una fiesta. Un compañero le había dicho a todos sus amigos que era una histérica, porque ella no lo había dejado tocarla.

Mi hermana de diecisiete me contó, que el ex de una amiga de ella hizo virales los nudes que ella le mandaba cuando estaban de novios.

A la hija de veinte del portero, nos contaron el otro día, la tuvieron internada las últimas dos semanas. Resulta que casi se muere por un aborto mal practicado en una clínica clandestina.

A una amiga de veintidós el novio le pegó una piña el sábado pasado porque había vuelto en pedo de bailar con las amigas. Ella lo perdonó, porque él le dijo que había sido sin querer, por la bronca, porque él solo quería cuidarla.

La hija de veinticinco de un amigo de la familia, se fue de vacaciones al sur con las amigas dos semanas. Ayer nos llamaron desesperados porque hace dos días, nadie sabe nada de ninguna.

A la vecina de treinta, nos enteramos, el marido la dejó por una de veinte. Ahora ella cría a sus tres hijos sola sin siquiera recibir un peso de la cuota de alimentos.

La pareja de mi papá de cuarenta, cobra un sueldo mucho menor que su compañero a pesar de que trabajan las mismas horas, en el mismo lugar y compartiendo las mismas tareas.

A mi mamá de cincuenta la descartaron para un ascenso por tener hijas chicas. Aunque el gerente que eligieron en su lugar es padre de dos nenes recién nacidos.

La señora que limpia en casa de sesenta, llegó llorando el otro día porque un tipo en el bondi se había masturbado al lado de ella.

A mi abuela de setenta, nunca la dejaron estudiar. Su familia le decía que así, no iba a encontrar un tipo nunca. Porque nadie se casaba con una mina que elegía ganarse la vida por su cuenta.

No niego ni afirmo conocer a estas mujeres. No niego ni afirmo escuchar o ver cosas como estas todos los días. No niego ni afirmo haber experimentado en carne propia mucha de estas cosas. 

El patriarcado no sabe de edad. Es más viejo que todos nosotros juntos y nos lastima en lugares y de maneras que, a veces ni siquiera somos capaces de reconocer. Porque nacimos, crecimos y seguimos viviendo dentro de esa cultura que nos enseña que esas cosas están bien y son normales.

Así que hoy no quiero tu feliz día ni tus flores o tus bombones. No quiero ninguna cadena de whatsapp o campaña de marketing berreta apoyando mi lucha. Mucho menos quiero que halagues mis supuestas virtudes femeninas en un mensaje de mil colores.

Quiero un día en el que seamos libres. Un día sin mujeres golpeadas, abusadas o asesinadas. Un día en el que pueda volver a casa sin miedo. Un día en el que caminar por la calle no signifique soportar gritos, chiflidos o "piropos" no deseados. Un día en el que tengamos las mismas oportunidades laborales que cualquier hombre. Un día en el que no escuche comentarios machistas o estigmatizadores en los medios. Un día en el que no tenga que cumplir con un estereotipo imposible de alcanzar. Un día en el que podamos pararnos en el mundo como iguales.

Básicamente quiero un día en el que no sea necesario tener un día para acordarnos de todo esto. Porque de nada sirven 24 horas, si las restantes 8736 van a ser prueba de todo lo contrario. Esta lucha es los 365 días del año y es para derribar una cultura que nos lastima a todos. Porque, sí, nuestras prisiones son muy distintas, pero creo fervientemente que mientras haya alguien encadenado, ninguno va a poder ser realmente libre.  

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