martes, 10 de mayo de 2016

El miedo duele más

El miedo mata. Y mata mucho más rápido e inconscientemente que muchos otros sentimientos. Es el peor tipo de arma. Principalmente, porque el miedo paraliza. Por miedo no te presentás para ese puesto que querés, no decís lo que de verdad sentís o simplemente no corrés cuando sentís que te van a robar. Es como que se apodera de vos, y pasas a ser otra persona, porque a veces ni pensar podés.

El problema con el miedo es que puede con todos. Te ataca. Y tiene tantos buenos fundamentos, tantas buenas razones por las cuales no deberías hacer eso que sentís o querés, que simplemente no lo hacés. Te paralizas, o haces todo lo contrario a lo que querías porque, según esa lógica, es lo mejor.

Creo que lo  peor de todo es que es inevitable y es una emoción que la mayoría de las veces puede por sobre la voluntad. Y nos afecta a todos. El desafío está, obviamente, en poder pasa por encima de eso y seguir lo que uno siente. No siempre va a salir bien, pero el "no" o lo malo que podría pasar usualmente ya lo tenés por sentado.

Me pasa muy seguido, a mí aunque sea, que muchas veces todas esas cosas de las que me arrepiento fueron resultados de tener miedo. Miedo al ridículo, a que me miren mal, a que me traten mal, entre otros. Porque el miedo es la causa y lo que vivís el efecto, y muchas veces no reconocemos que lo que pasaba era que teníamos miedo y simplemente no fuimos capaces de imponernos por sobre eso.

Personalmente, me considero una abanderada de defender lo que siento y que aconseja al resto a hacer lo mismo. Porque es lo que uno siente que le hace bien, que está bien. Lo que uno naturalmente consideraría como lo correcto. Pero al mismo tiempo soy una persona muy lógica y me cuesta mucho ir contra los hechos. Y creo que esa es una de las razones por las que el miedo casi siempre puede conmigo. Es tan real, tan convincente de que lo que quiero hacer va a terminar mal que, ¿para qué quiero a exponerme a eso? Si total ya sé cómo termina.

Y capaz a veces ese miedo, que creo firmemente que es peor que un sedante, tiene la razón en que las cosas pueden salir mal. Pero lo que no analiza y no sabe es como reacciona el resto a eso, y muchas veces el miedo está relacionado con cómo lo que hacemos va a afectar a la otra persona para con nosotros.

Con lo cual, me parece inútil. Y, honestamente, quiero dejar de arrepentirme de las cosas que hago. Quiero dejar de tener miedo de decir lo que siento, lo que me pasa. Porque, al final, uno se arrepiente más de no hacer las cosas que de hacerlas.Entonces yo prefiero arrepentirme de hacer algo que en ese momento sentí, a arrepentirme por haberle dejado al miedo el camino libre para matarme con mis propias acciones.


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