Gastamos el tiempo inventando cosas que nos ahorren tiempo. Lavavajillas que trabaja sólo y deja todo limpio en dos horas, teléfonos a los que solamente hay que hablarles para que marquen los números o manden mensajes, maquinas que hacen que todo lo que hacemos (y más) sea más rápido. Para dejar de perder el tiempo, para ahorrarlo.
¿Y ahorrarlo para qué? ¿Para tirarse a mirar las fotos de gente que ni siquiera nos importa en Instagram? ¿Para mirar todo los tweets que nos perdimos? ¿Para qué? No estoy en contra del avance de la tecnología, no me malinterpreten. Me encanta saber que cada día todo es más eficiente, que puedo hablar directo con una persona que capaz está en la otra punta del mundo, etc. Pero me parece inútil. Inútil que nos pasemos los días intentando hacer que todo sea más rápido para ahorrar el tiempo que después malgastamos.
Volvamos a gastar el tiempo como se gastaba antes. Gastémoslo hablando, escribiendo, leyendo, sintiendo y viviendo. Cortemos un poco con tanto avance y volvamos a lo básico. Dejemos de tipear dos minutos y acordémonos de lo lindo que es agarrar una birome y escribir en papel algo que no sean apuntes del colegio, la facultad o el laburo. Lo lindo que es hablar con alguien cara a cara. Lo bien que se siente estar al aire libre un rato, no estar pendiente de tanta notificación. Lo mágico que es vivir cada minuto con todo el cuerpo y de verdad.
Perdamos el tiempo. Perdamos el tiempo volviendo a sentir, y a no tirar los minutos en aparatitos y aplicaciones que a la larga no tienen sentido. Porque la tecnología te puede ahorrar minutos, horas o incluso años. Pueden salir maquinitas que hagan todo por vos pero, ¿qué sentido tiene? Si al final, todo ese tiempo que pensaste que ahorrabas en realidad lo perdiste en una vida sin vivir. Porque el tiempo nunca está mal gastado si disfrutamos de cada segundo que pasa.
Entonces sí, yo prefiero "perder" el tiempo, perder cada segundo pero disfrutando tanto de cada cosa que hago que pueden pasar horas y horas sin que me de cuenta. Porque aunque sea así, aunque esté mil horas haciendo exactamente lo mismo, que pasen sin ser reconocidas me va a dejar tranquila. Porque, ¿qué otra forma hay de demostrar que esas horas fueron bien vividas?