lunes, 3 de abril de 2017

Una buena acción vale más que mil palabras

Caminaba por la calle y desde mitad de cuadra vi cómo una señora intentaba (inútilmente) subir un carrito cargado de cosas a la vereda después de cruzar. La mayoría de las personas que pasaban por la esquina ni siquiera reconocían la existencia de la señora asiática en ese lugar, y la otra parte decidía ignorarla.

Segundos después, cuando llegaba a la esquina, una chica que estaba sentada en la entrada de uno de los edificios de la cuadra se paró y la ayudó a subir el carrito. La señora le agarró la mano, le sonrió y le dijo una palabra que no entendí, pero que no es necesario saber mucho de idiomas para imaginar que le estaba agradeciendo. En respuesta, una sonrisa y un "de nada". Fueron segundos y lo más simple del mundo, dirían muchos. La señora siguió caminando con su carrito y la chica volvió a sentarse en la entrada del edificio. Todo casi como si nada. Sólo que sí.

Ahora yo estoy acá, horas después, escribiendo esto todavía impresionada. Impresionada de cómo una buena acción, no importa cuán chica sea, puede romper cualquier barrera. No importaba que la chica no estuviese segura de si le estaba agradeciendo o no, tampoco si la señora entendía el "de nada" o no. No entenderían las palabras, pero el significado seguro que sí. Y eso ya es todo. Algo tan simple como cruzar un par de palabras, una sonrisa o una mirada agradecida, cosas que uno piensa que no valen nada pero que en realidad valen más de lo que uno cree.

Así que yo también le agradezco a esa chica y a esa señora, sean quienes sean. Porque me hicieron darme cuenta de que son más las barreras que inventamos que las que verdaderamente existen. Que una buena acción cruza el mundo y la entiende cualquiera. Que por más chico que sea eso que uno haga, a esa chica nadie le saca la sonrisa sincera que le regaló la señora y a la señora nadie le saca la alegría de saber que todavía hay gente que ayuda a pesar de no conocer o entender.

Dirán que no vale nada, que es cosa simple y común, pero para mí que lo vi fue mágico. Y no puedo hablar por la chica y la señora, lo más probable es que no lo tengan presente ahora, pero estoy bastante segura de que las dos en ese momento sintieron lo mismo.